Domingo, 24 de Noviembre 2024
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Pais Vasco PNV Titulo: Urkullu: Nuestro proyecto es Euskadi, Nación Europea. Texto: El presidente del EBB de EAJ-PNV, Iñigo Urkullu, ha señalado ante una abarrotada Casa de Juntas de Gernika que el autogobierno es mucho más que un fetiche que se coloca en un calendario. El 25 de octubre de 1979 es la fecha en la que una gran parte de la ciudadanía vasca refrendaba un marco jurídico de convivencia. Un marco que posibilitara el inicio de un proyecto institucional común. Que desarrollara al máximo las potencialidades políticas, económicas y culturales de este Pueblo. El 25 de octubre fue el punto de partida de un nuevo proyecto político, sustentado en la voluntad de la ciudadanía. Un paso en la construcción de la Nación Vasca. El compromiso de cimentar un autogobierno para impulsarnos como Pueblo. Una apuesta para edificar un estado de bienestar. Para salir adelante tras decenios de represión y oscuridad ha añadido. . Para Urkullu, el Estatuto de Gernika fue una escala del viaje a la libertad del Pueblo Vasco. Una escala consensuada y pactada entre las fuerzas políticas de este País. El Estatuto fue refrendado haciendo una reserva explícita de soberanía y de derechos que el Pueblo Vasco se reservaba, en razón a su voluntad democrática. Esta fecha del 25 de octubre tenía un significado histórico para este País. Fue otro 25 de octubre, en 1839, cuando se firmaba la ley abolitoria de los Fueros vascos. Origen y causa del llamado contencioso vasco. Algunos celebran la fecha de hoy para evocar el hecho autonómico. El Partido Nacionalista Vasco la tiene presente como referencia política de libertad, de exigencia, de compromiso para conquistar la soberanía originaria del Pueblo Vasco. El dirigente abertzale ha añadido que tras la guerra civil y la dictadura, el Estatuto del 79 fue la primera piedra de la nueva Euskadi. Un marco pactado en Euskadi y en el Estado. Un marco jurídico con rango de Ley Orgánica. Un marco acordado políticamente, pactado institucionalmente y refrendado socialmente. Un marco que ha sido violentado e ignorado por los Gobiernos que se han sucedido en España. Un acuerdo puesto siempre en entredicho. Y cuyos contenidos prácticos han sido sometidos al recorte, la reinterpretación y el incumplimiento. Hemos necesitado más de treinta años para que las competencias reconocidas en el Estatuto fueran transferidas. Y este reconocimiento no ha llegado por derecho propio, sino por el interés coyuntural y urgente de Gobiernos necesitados de apoyo parlamentario. Urkullu ha subrayado que el desarrollo estatutario ha sido una mala experiencia. La experiencia de ver un Estado que se resistía, una y otra vez, a cumplir con sus compromisos. Compromisos que han sido rescatados, también una y otra vez, por el tesón y la capacidad negociadora del Partido Nacionalista Vasco. Porque la defensa de los intereses de Euskadi ha sido y es el norte de nuestra brújula.Siempre hemos afirmado que el contencioso vasco existía con anterioridad a ETA y que permanecería una vez que ETA desapareciese de nuestras vidas. Y así se ha demostrado. El encaje del Pueblo Vasco en los Estados francés y español, así como en el nuevo proyecto europeo, sigue pendiente de resolución. Ahora nos corresponde encontrar su acomodo, sin el obstáculo de la violencia de por medio. Urkullu ha recordado que nuestra tesis ha sido siempre que ETA no podía ni puede marcar la agenda política. La solución al problema del reconocimiento nacional debe tener su propio espacio, su propia iniciativa, y su propia resolución. Con la recuperación de la pluralidad política y la desaparición definitiva de la violencia, el próximo mandato parlamentario debe dar paso a la articulación de un consenso de amplia base. Un consenso que –actualice- la voluntad política, el derecho, del Pueblo vasco. Un acuerdo sustentado en el diálogo, que dé pie a una nueva formulación jurídico-política que respete los derechos de la mayoría y de la minoría. Un acuerdo con fórmulas de bilateralidad. Que preserve la convivencia -como se hizo secularmente- de identidades y realidades nacionales distintas. Un acuerdo constituyente de la nueva Euskadi que queremos. Nuestro proyecto es -Euskadi, Nación Europea-. No hay más tiempo que perder para alcanzar un nuevo acuerdo que emplace a nuestro Pueblo con su voluntad democráticamente expresada.