Sabado, 23 de Noviembre 2024
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Pais Vasco Partido Socialista Titulo: Rubial: calor en la esperanza. Texto: Lo he hecho en alguna otra ocasión en este blog, pero no me importa repetirme cuando es para hablar de Ramón Rubial: un hombre que encarna las virtudes del trabajo callado y constante y que antepone el bienestar común al suyo propio. Felipe González lo comparó con el hierro de esta tierra, corto en palabras, pero en obras largo. Y de sus obras da buena cuenta un hermoso libro, Ramón Rubial: Reflexiones, que hemos presentado hoy y que es fruto del genio de otro gran luchador, Txiki Benegas. Sus páginas están llenas de las palabras –siempre parcas, pero precisas- de Ramón. De sus anhelos, de sus pensamientos más íntimos y también de algo que es tan preciado: la falta absoluta de rencor. Sólo aquellas personas capaces de dominar sus pasiones y encontrar un punto de encuentro entre diferentes, son capaces de construir convivencia. La vida de Ramón fue dura: sufrió toda clase de penalidades, de sinsabores y pasó mucho tiempo privado de libertad. Pero como él mismo decía: Los años de cárcel no suponen ningún mérito, porque nunca fui voluntario. Es difícil encontrar un mejor ejemplo de humildad y falta de odio. Sin lugar a dudas, su gran legado fue el Estatuto de Gernika, que a él le correspondió impulsar desde el Consejo General Vasco y remitirlo a las Cortes. Un proyecto de norma fundamental que supuso, más allá de un texto legal, un gran acuerdo entre vascos. Entre nacionalistas y socialistas, entre izquierdas y derechas. Un gran pacto con dos protagonistas indudables –el propio Ramón Rubial y Juan de Ajuriaguerra-, que sucedían a otros dos –José Antonio Aguirre e Indalecio Prieto- coautores del Estatuto del 36. Todavía hoy es el día que no hemos sido capaces los vascos de lograr un punto de encuentro más amplio Hoy algunos se empeñan en reeditar sus planes, sus obsesiones identitarias, sus propuestas que provocan división y enfrentamiento. Frente a ellos, el Gobierno que presido siempre antepondrá los valores del entendimiento y la convivencia. Y creo que el futuro es prometedor, sobre todo ahora que se abre un nuevo tiempo de esperanza para Euskadi. Y me viene a la cabeza una reflexión de Ramón Rubial: Es difícil a un pueblo que tiene necesidades pedirle paciencia. Pero hay que tener fe en el futuro y poner todo el calor en la esperanza. Porque lo que está en juego en estos momentos es nuestro futuro de libertad y convivencia. Estamos en pleno proceso electoral y no tengo ninguna duda de que, para Euskadi, no es lo mismo escoger entre Rubalcaba o Rajoy. Escoger entre quien ha luchado calladamente contra el terrorismo huyendo de los réditos electoralistas y quien ha utilizado el terrorismo para dividir. Rubalcaba ha demostrado durante todo este tiempo que su único objetivo era acabar de una vez con los años de plomo, donde la vida humana se sacrificaba en la hoguera de los negros objetivos terroristas. Y en este tiempo seguimos necesitando de gente como él, que predica y practica el diálogo y el entendimiento. A Ramón Rubial le correspondió ser Lehendakari en un tiempo duro y difícil, donde la situación económica y el terrorismo eran los dos grandes problemas que ensombrecían el presente y el futuro de los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi. Hoy estamos en tiempo también difícil, donde estamos ganando la batalla al terrorismo y donde ganaremos también la batalla a la crisis económica. Y también en este punto no es igual para Euskadi escoger entre Rubalcaba y Rajoy. Rubalcaba habla claro, no esconde lo que piensa y expresa con toda claridad lo que va a hacer. Otros no pueden decir lo mismo sobre sus verdaderas intenciones.