Sabado, 23 de Noviembre 2024
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España CHA Titulo: Manuel Fraga y la represión del 3 de marzo de 1976 en Vitoria. Texto: Se suceden las opiniones sobre la figura de Manuel Fraga, un día después de su muerte, pero acabo de escuchar unas que me han dejado atónita: las de Luisa Fernanda Rudi, presidenta de Aragón, aludiendo a los esfuerzos de Fraga por incorporar a las mujeres a la política. Se podrán decir muchas cosas sobre Fraga, pero nunca habría esperado algo similar sobre alguien que se caracterizó por el autoritarismo del ordeno y mando y por entender la política de una forma muy diferente a como la entiende CHA. Yo también quiero decir algo: Fraga, cuya larga trayectoria desde la falange y el franquismo está llena de sombras, ha podido vivir 36 años más que las 5 personas asesinadas el 3 de marzo de 1976, en Vitoria, lo cual no es poco. Desde aquí, mi recuerdo especial, con música y letra de Lluis Llach, para los familiares y amigos de Francisco Aznar Clemente (17 años), Romualdo Barroso Chaparro (19 años), José Castillo (32 años), Pedro María Martínez Ocio (27 años) y Bienvenido Pereda (30 años). Ellos no han podido ver el 2012… de hecho murieron a resultas de lo que la represión consideró como un buen trabajo policial (hay transcripciones de las conversaciones entre patrullas responsables de la carga contra la iglesia y vídeos publicados en los medios de comunicación Yo tenía 14 años y recuerdo el terror impuesto en Vitoria, la angustia con la que muchas familias seguían las conversaciones de la policía a través de la radio (la mía, en la cocina). Recuerdo el miedo de una prima y de su amiga, que estaban en mi casa y querían a volver a su suya en Zaramaga, el barrio en el que hirieron a muchas personas y mataron a estas cinco, en el entorno de la iglesia de San Francisco, donde estaba convocada una concentración obrera. Recuerdo el miedo de ese día de huelga general de mis 14 años (y de otros días al volver del instituto o simplemente al salir a la calle con las amigas), y siempre lo recuerdo en gris, como el humo que lanzaba la policía armada o el color de su propio uniforme. No lo puedo olvidar, y un día después de la muerte de Fraga, a los 89 años, tampoco puedo evitar pensar en la suerte que tuvo (él y y sus familiares y amigos) de poder llegar a una edad imposible para esas 5 personas que murieron en Vitoria siendo él mismo responsable de la Policía Armada, como ministro de la Gobernación, partícipe y cómplice de la represión ejercida durante décadas.