Domingo, 24 de Noviembre 2024
Cabo de Gata Center. Hotel El Tio Kiko
España Partido Socialista Titulo: Y SAULO CAYÓ DEL CABALLO. Texto: Se destapa José María Aznar con una brillante reflexión: son enfoques reduccionistas, limitados y falsos, aquellos que pretenden circunscribir el concepto de sostenibilidad a una sóla dimensión, como la ambiental, ignorando el resto de facetas. Y se queda tan ancho. Eso sí, a continuación se proclama campeón de la ecología como creador del Ministerio de Medio Ambiente y firmante del protocolo de Kyoto. Todo ello para llegar al punto al que quería ir desde el principio; la defensa de la energía nuclear, porque es limpia, de calidad y barata. Habría sido una brillante aportación del Presidente de Honor del PP, la del triángulo virtuoso (sostenibilidad ambiental, social y económica), si no fuese porque esta reflexión viene formando parte del núcleo de las negociaciones internacionales sobre Cambio Climático ya desde la gestación del protocolo de Kyoto, que por cierto ha sido reiteradamente rechazada por los círculos negacionistas de los cuales Aznar ha sido hasta hoy un destacado exponente. En cualquier caso, nunca es tarde si la dicha espera. Aznar, que fue el primero en descubrir las armas de destrucción masiva en Irak (armas que por cierto siguen sin aparecer), ha necesitado algo más de tiempo para asumir algo que la mayoría de los países, las organizaciones sindicales, las ONGs y la sociedad civil, habían incorporado al ámbito de la reflexión sobre el Cambio Global que subyace en la preocupación por el fenómeno del Cambio Climático; algo tan evidente como que es preciso un Planeta ambientalmente sostenible para garantizar la sostenibilidad social, ambos cimientos indispensables para avanzar en un desarrollo económico también sostenible. Ya sólo le resta poner en orden su jerarquía de prioridades, que ha de empezar por la ambiental para desembocar en la económica. Ahora bien, si no ha sido hasta estas fechas que el otrora Presidente del Gobierno ha entendido el verdadero objetivo del Protocolo de Kyoto, ¿quiere esto decir que firmó en su día sin saber realmente lo que firmaba? Eso explicaría su famosa afirmación de entonces de que cumplir Kyoto sería la muerte de las empresas españolas. Pero como no hay mal que por bien no venga, la caida del caballo de Aznar no ha podido ser más oportuna. Y es que dado su superior rango en la Dirección del Partido Popular, es el más indicado para reconvenir a su compañero Javier Arenas, quien se despachaba días atrás con una coz argumental del tenor de que estaba harto de la milonga de la economía sostenible. Ahora que Aznar había visto la luz, resulta que Arenas se nos queda a oscuras. Y por cierto, la energía nuclear es la más sucia de todas, hasta tal punto que sus residuos son imposibles de eliminar en miles de años, tras Chernobil y Fukushima se ha evidenciado que es la más cara con mucha distancia sobre el resto, y respecto a su calidad estaríamos ante una nueva cualidad que supongo será la resultante de limpieza más baratura. Pero todo a un tiempo no puede ser; ya que Aznar ha tardado un tiempo en abjurar de su negacionismo climático, ahora hay que esperar a que encuentre las armas de destrucción masiva, y estoy seguro de que acto seguido alcanzará a entender los riesgos que supone apostar por la energía nuclear.