Domingo, 24 de Noviembre 2024
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España Partido Popular Titulo: Harry Potter en África. Texto: Hace unos días, escuché una interesante reflexión del Profesor José María Larrú, sobre la voluntad social y política para erradicar algunas de las enfermedades relacionadas directamente con la pobreza extrema como la malaria, y creo necesario compartir algunas de las ideas. Según Save The Children son alrededor de 9 millones de niñas y niños menores de cinco años los que mueren cada año por causas o enfermedades tratables o prevenibles. La malaria, ocupa el tercer escalafón de esta dramática lista de causas evitables, por detrás de la neumonía y la diarrea, y es en África, donde se cobra el 91% de sus víctimas. Varios investigadores trabajan desde hace años para encontrar una vacuna efectiva, entre ellos el español Pedro Alonso, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2008, pero los resultados son lentos, entre otras cosas por la escasa financiación que reciben para la investigación. A la espera de lograr la tan ansiada vacuna que salvaría millones de vidas, Cruz Roja llama nuestra atención asegurando que el simple uso de mosquiteras impregnadas de insecticida, puede reducir en más de un 30% el impacto de la malaria. La malaria mata un niño cada 30 segundos. La enfermedad, que la trasmite un mosquito que pica principalmente por la noche y cuyas víctimas son mayoritariamente los niños africanos, provoca el 20% de la mortalidad infantil en África. El coste de una mosquitera que cubra una cama es menor a 2 euros. La OMS (Organización Mundial de la Salud) intenta fomentar un programa de distribución gratuita desde hace años, pero los progresos son lentos, demasiado lentos. Aquí llega el comienzo de la dramática ironía del Profesor Larrú, ¿Cómo es posible que en todas las librerías del mundo desarrollado, cinco continentes, el mismo día, a la misma hora, se ponga a la venta el último libro de Harry Potter y llevemos años sin ser capaces de poner una mosquitera en la cama de cada niño africano? ¿Falta de voluntad? El ejemplo de la distribución del último libro de la saga del niño mago ha sido un hito en la historia del marketing y la distribución. La hora elegida fueron las 23 horas y 1 minuto GMT y la editorial usó 9000 camiones de la empresa FedEx para lograr llegar a cada rincón del mundo. Alabo el éxito comercial de estas empresas y de la autora de los libros, me decepciona y me asombra que lo evitable siga siendo un reto imposible para Instituciones Internacionales y Gobiernos de países desarrollados. Son tiempos difíciles para muchos españoles y, aún así, en todas las encuestas, España demuestra su corazón valorando muy positivamente la ayuda a los países más pobres. Van a ser tiempos también difíciles para la Cooperación Internacional y debemos, entre todos, lograr poner en marcha los mecanismos necesarios para seguir aumentando la eficacia de nuestra ayuda. Cada uno desde el lugar donde vive y desde sus posibilidades debe seguir prestando atención y ayuda no sólo a los problemas que sufrimos como país, más dramáticas desde el comienzo de la crisis, sino también a las grandes emergencias y peligros que vivimos como humanidad y que se padecen a tan sólo unos kilómetros de aquí. A veces, uno quiere creer en Harry Potter y en la magia, y no para crear los recursos que hacen falta porque estos ya existen, sino para cambiar algunas voluntades que se necesitan para ponerlos en marcha. Ojala, pudiéramos ver a Harry Potter en África, lo mismo una generación entera de la humanidad se concienciaría de golpe. Como dijo el economista y asesor de Naciones Unidas Jeffrey Sachs, …para combatir la pobreza, África no necesita más asesores de las naciones ricas sino más mosquiteras, más fármacos contra la malaria y más fertilizantes para la producción de alimentos.