Sabado, 23 de Noviembre 2024
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Pais Vasco Partido Socialista Titulo: Propuesta para un nuevo tiempo. Texto: Concluye una jornada intensa (no caeré en calificativos como histórico, del que tanto se ha abusado en nuestro pasado reciente), pero de la que salgo francamente satisfecho. Esta mañana he comparecido en el Parlamento Vasco para presentar una serie de iniciativas que nos ayuden a cerrar definitivamente el ciclo terrorista y asentar la convivencia democrática en Euskadi. Algunas son conocidas, otras no: una Ponencia Especial en el Parlamento para gestionar este nuevo tiempo, el nombramiento de un Comisionado para la Convivencia… Os dejo aquí mi intervención para quien quiera consultarla. No voy a entrar en el detalle de la misma, pues está suficientemente desarrollada en los medios y habrá tiempo en los próximos meses para hablar largo y tendido sobre las medidas planteadas. Pero sí quiero quedarme con el espíritu que la mueve. Se acaban de cumplir tres años de las elecciones que me auparon a la Lehendakaritza. Mucho ha cambiado Euskadi desde entonces. Hemos derrotado a ETA y no ha sido esto algo que se nos haya regalado, ni una casualidad. Ha sido una conquista de todos los que nos hemos enfrentado a los terroristas y al discurso legitimador de la violencia. Se abre ahora un nuevo tiempo. Hemos cruzado la frontera del pasado en Euskadi y ahora nos toca hacer irreversible ese final y ganar la convivencia. Tres son, en mi opinión, los pilares sobre los que debe basarse esta nueva época post-terrorista: verdad, democracia y justicia. 1. La memoria debe ser un elemento constitutivo de la nueva concordia entre vascos. Si queremos construir una sociedad moral y éticamente decente, tenemos que mirar a ese pasado con verdad. Y la verdad esencial de lo ocurrido en Euskadi es que ha habido, por un lado, asesinos y grupos y personas que les apoyaban; y que ha habido, por otro, personas asesinadas y personas que han resistido al terror. No podemos permitir que se repartan las culpas, ni que se busquen violencias ajenas para diluir responsabilidades. La verdad siempre ha estado ahí y la conocemos. Por eso planteo la necesidad de hacer memoria: como testimonio de lo ocurrido, pero también, como denuncia al victimario. No corresponde al Gobierno redactar libros de historia, pero sí difundir y consolidar valores ciudadanos que permitan una convivencia democrática y deslegitime relatos justificadores del terrorismo. En esta tarea tenemos diversas iniciativas en marcha: Instituto de la Memoria y Convivencia, Memorial de las Víctimas, Congreso sobre Convivencia y Memoria, Compromiso para la Educación para la Convivencia…. 2. ETA no sólo ha atacado a personas y bienes. Su objetivo principal ha sido el sistema democrático, sus instituciones y, en especial, nuestro autogobierno. Por eso mismo, la lucha contra el terrorismo ha sido una lucha contra una ideología totalitaria que impedía la pluralidad. Hemos combatido contra personas y contra las ideas que hacían de las personas asesinos que mataban al que pensaba diferente. Ahora debemos asentar una convivencia, basada en la pluralidad de nuestra sociedad y en la aceptación del sistema democrático. Ser demócrata no es sólo no matar. Es también aceptar al otro y convivir junto a él. 3. Y, por último, he planteado una nueva política penitenciaria, no para eludir la legalidad y la justicia, sino para avanzar en el nuevo tiempo en Euskadi. Las políticas penitenciarias planteadas en estos años han contribuido en el final de ETA, pero creo que pueden ser también eficaces para recuperar para la democracia a todos los que la han atacado durante este tiempo. Esta nueva política penitenciaria debe construirse con dos manos: las instituciones y, sobre todo, los propios presos. Es hora de denunciar en público, lo que en privado sabemos todos: que ha sido ETA la que ha impedido a los presos tomar decisiones personales. Ha sido ETA la que ha utilizado a los presos para mantener la cohesión interna y convertirlos en víctimas del sistema, cuando en realidad son víctimas de la organización. Y Batasuna puede realizar un gran esfuerzo apoyando la reinserción individual de los presos y no creando falsas expectativas. Ésta va ser la pauta de conducta de mi Gobierno y mi partido en los próximos meses. Hemos esperado durante años este momento. Tenemos la oportunidad de cerrar para siempre la espiral de la violencia en Euskadi. Confío en la colaboración y responsabilidad de todos. Desde luego, el tono y la cordialidad que ha reinado en la sesión de hoy en el Parlamento es el indicio de un buen comienzo.