Sabado, 23 de Noviembre 2024
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España SINDICATOS Titulo: El desmontaje, punto por punto, de la Reforma Laboral . Texto: El primer año de gobierno del Partido Popular en España se ha caracterizado por políticas de reforma-recorte que han afectado al ámbito educativo, sanitario, de protección social, judicial o laboral. Un conjunto de reformas-recorte que, lejos de conseguir una recuperación de la economía y el empleo, han provocado un empeoramiento de la situación económica y nos ha llevado de nuevo a entrar en recesión. -Se han perdido 822.600 empleos en el conjunto del año, más que en 2010 y 2011 juntos. -La tasa de paro se ha elevado hasta el máximo histórico del 25% de media en 2012, 3,4 puntos por encima de la del año anterior. -Y el PIB ha caído en 2012 un 1,4%. Centremos el análisis en los resultados derivados de la reforma laboral aprobada por el Gobierno hace un año. Aprobada, por cierto, con carácter de urgencia y sin ningún tipo de consenso con los agentes sociales, algo a lo que Rajoy ya nos tiene acostumbrados. Con la reforma laboral el PP pretendía: - Flexibilizar y abaratar el despido con el falso argumento de que facilitando el despido se incentivará a las empresas a contratar más. - Ajustar a la baja los salarios del conjunto de los trabajadores para, supuestamente, mejorar la competitividad y promover el crecimiento. Según manifiesta el propio Ministerio de Empleo y Seguridad Social en su página web, los objetivos de la reforma son: -Poner las bases para la creación de empleo estable, de forma que el crecimiento económico se traduzca rápidamente en creación de empleo. -Frenar a corto plazo la sangría de destrucción de empleo, con alternativas para que el despido sea el último recurso de ajuste. -Apostar por el empleo de calidad. -Poner en marcha mecanismos efectivos de flexibilidad interna en las empresas, para promover el mantenimiento del empleo. -Modernizar la negociación colectiva. Pero, tras un año de vigencia de la reforma laboral, los resultados no pueden ser más contrarios a los pretendidos: -Ha aumentado el ritmo de destrucción de empleo, incluso del empleo indefinido, y lo que es más grave, ha empeorado la relación crecimiento económico y empleo. -Han repuntado los expedientes de regulación de empleo. -Se ha deteriorado significativamente la negociación colectiva. -Ha aumentado la conflictividad laboral. -Y no se han producido los pretendidos efectos macroeconómicos positivos del ajuste de los salarios sobre la competitividad de la economía y el crecimiento. Los datos no pueden ser más contundentes. En lo que a destrucción de empleo se refiere, en España, en el año 2012 se ha perdido más empleo que en 2010 y 2011 juntos. Concretamente, se han perdido 822.600 empleos, frente a 431.400 en 2010 y 351.000 en 2011. Esto mismo se ha observado en Andalucía, donde en 2012 se han perdido 148.500 empleos, más que en 2010 (63.900) y 2011 (83.100) juntos. Por tanto, el objetivo de frenar en el corto plazo la sangría de destrucción de empleo no se ha cumplido. La mayor destrucción de empleo en 2012 ha afectado, exclusivamente, al colectivo de asalariados (-863.700 en España, y -156.500 en Andalucía), mientras que ha aumentado el empleo por cuenta propia (+41.000 en España, +8.100 en Andalucía). Además, se ha producido un cambio en la tendencia al mantenimiento del empleo indefinido. Entre 2007 y 2011, antes de la reforma laboral, y en un contexto de crisis económica, el empleo indefinido en España prácticamente se había mantenido (había caído un 1,5% de manera acumulada en estos cuatro años), correspondiendo la práctica totalidad del ajuste del empleo asalariado, a empleo de carácter temporal (90% de la reducción global). En 2012, sin embargo, casi la mitad de la caída del empleo asalariado ha sido con contrato indefinido, concretamente -402.300 empleos en España, el 46,6% del descenso total de los asalariados. En el caso de la economía andaluza, entre 2007 y 2011 se registró incluso aumento del empleo indefinido (+56.100, un 3,8%), pasando en 2012 sin embargo a presentar un notable descenso (-4,4%), de forma que el 43% de la destrucción de empleo por cuenta ajena ha sido de carácter indefinido. Por tanto, el pretendido objetivo de apostar por el empleo de calidad no se ha cumplido. En 2012 ha empeorado la relación crecimiento económico y empleo; es decir, los efectos de la caída de la economía sobre el empleo han sido más intensos. En 2012 por cada punto de caída del PIB el empleo se ha reducido en 3,2 puntos, ratio que casi duplica el observado en el peor año de la crisis económica, el año 2009, cuando por cada punto de caída del PIB el empleo cayó en 1,8 puntos. Esto también ha ocurrido en la economía andaluza, donde por cada punto de caída del PIB el empleo ha caído en 3,8 puntos en 2012, frente a 2 puntos en 2009. Por tanto, el pretendido objetivo de que el crecimiento económico se traduzca rápidamente en creación de empleo no se está cumpliendo. En materia de regulación de empleo han aumentado de manera significativa los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo desde la entrada en vigor de la reforma. Desde febrero hasta diciembre de 2012, 390.131 españoles se vieron afectados por ERE, un 28,1% más que los mismos meses del año anterior. Y, todo ello, en un contexto de deterioro de la negociación colectiva, y de notable aumento de la conflictividad laboral. Los datos conocidos de 2012 muestran que algo más de 3 millones de trabajadores han dejado de beneficiarse de la negociación colectiva en el último año. Concretamente, 6.078.424 trabajadores en España se han acogido a convenio colectivo en 2012, frente a 9.774.595 un año antes. Otra vez, también en una materia esencial, volvemos a estar en presencia de un registro histórico y, por desgracia, un registro extraordinariamente negativo, ya que el número de trabajadores acogidos a convenios colectivos en España es el más bajo desde 1981. En Andalucía, 789.976 trabajadores se acogieron a la negociación colectiva en 2012, 408.390 menos que el año anterior, un mínimo desde 1988. Pero además durante 2012 se ha producido uno de los mayores ajustes en el poder adquisitivo de los salarios de todo el período democrático. El incremento salarial pactado en los convenios colectivos firmados hasta el mes de diciembre en España ha sido del 1,3%, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo de casi dos puntos (1,6 puntos), dado que la tasa de inflación ha sido del 2,9%. Hay que remontarse al año 1982 para encontrar un ajuste mayor del poder adquisitivo de los salarios en España. En Andalucía, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios ha sido de menor magnitud, de un punto, dado que el incremento salarial ha sido del 1,4%, una décima superior al del conjunto de la economía española, y la tasa de inflación del 2,6%, tres décimas más moderada que la media nacional. Todos estos resultados confirman que los pretendidos efectos beneficiosos que la reforma laboral traería al mercado de trabajo en España no se han producido, tal y como ha venido denunciando la UGT, sino todo lo contrario, han empeorado de manera notable la situación. -Se ha producido una eliminación de empleo estable, de forma barata y rápida -Eliminación de derechos laborales de los trabajadores, especialmente a través de la destrucción de la negociación colectiva, de los convenios -y la reducción de los salarios hasta límites de mercados laborales tercermundistas. Estamos ante la gran mentira del gobierno del PP a los parados, en particular, y a los trabajadores en general. Por ello UGT va a seguir combatiendo la reforma laboral en todos sus frentes y denunciando directamente a los responsables de la misma. M.P.