Miercoles, 27 de Noviembre 2024
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Internacional Varios Titulo: Oxfam advierte que los progresos realizados en la lucha contra el hambre son alarmantemente lentos. Texto: Oxfam señala que las estimaciones presentadas hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que muestran que el número de personas que padece hambre disminuyó en 26 millones durante el pasado año, son buenas noticias pero que, sin embargo, demuestran que los progresos realizados en la lucha contra el hambre son alarmantemente lentos. Las cifras también evidencian que el número de personas que sufren hambre tanto en el África subsahariana como en Asia Occidental ha aumentado en un millón con respecto a las estimaciones de 2008-2009. Luca Chinotti, asesor de Oxfam en materia de alimentación y agricultura, afirma: Cualquier disminución del número de hombres, mujeres, niños y niñas que padece hambre es una buena noticia. Sin embargo, el hecho de que 842 millones de personas –más que el número de habitantes de Estados Unidos y la Unión Europea juntos– aún no tengan suficientes alimentos que comer en un mundo de abundancia sigue siendo el mayor escándalo de todos los tiempos. Los progresos realizados a nivel mundial en la lucha contra el hambre son escandalosamente lentos en algunas regiones en las que se ha visto como en los últimos años se incrementaban los niveles de hambre. Esta situación es consecuencia, en parte, de las continuas crisis alimentarias y del aumento de los precios de los alimentos. Al actual ritmo, llevará diez años más conseguir el objetivo acordado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad el número de personas que padece hambre, con respecto a niveles de los años noventa, para el año 2015. Los Gobiernos también deben incrementar sus esfuerzos si al menos quieren lograr el relativamente poco ambicioso Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el número de personas que viven sumidas en el hambre para el año 2015. Sabemos que es posible erradicar el hambre y sabemos qué es lo que hay que hacer. El único obstáculo que se interpone es la falta de voluntad política. Estas cifras deberían avergonzar a los Gobiernos para que, así, tomaran medidas al respecto. Deben ponerse de acuerdo en acabar con el hambre para el año 2025 y facilitar los recursos y políticas necesarios para ello. Deberían comenzar acordando en la próxima reunión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial la suspensión de los mandatos e incentivos sobre biocombustibles que alimentan el hambre.