Domingo, 24 de Noviembre 2024
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España EQUO Titulo: EQUO propone una reactivación económica orientada hacia un modelo productivo ambientalmente sostenible. Texto: EQUO apuesta por la reac­tivación económica para crear empleo, orientada hacia un nuevo modelo productivo ambientalmente sostenible. No habrá empleo si no hay actividad que lo sustente. Sin nueva actividad y empleo no será posible hacer frente a la deuda, ni reducir el déficit y avanzar hacia la consolidación fiscal, sino que por el contrario aumentará el desempleo, el déficit y la deuda y crecerán las desigualdades y la exclusión social. Según el Ministerio de Hacienda, nos ha costado más de 77.560 millones de euros para subvencionar el sector de la construcción. Esta es la nada despreciable cantidad que el Estado ha dejado de recaudar desde 1979 por la deducción fiscal por compra de vivienda. El resultado de esta política ya es conocido. Los 77.560 millones no han resuelto ni de lejos el problema de la vivienda. Por el contrario, han generado un modelo de urbanización insostenible, han hecho crecer la mayor burbuja inmobiliaria del mundo, han engrosado los balances de cuentas de las grandes constructoras, han hipotecado a miles de familias que ahora no pueden hacer frente a las exigencias de los bancos, han favorecido la especulación y han dejado un reguero de casos de corrupción urbanística. Y lo que es peor, han impulsado a muchas personas a abandonar los estudios porque trabajar en la construcción era lo más. En resumen, el Estado ha destinado 77.560 millones de € en poco más de 30 años para dejar un modelo productivo pobre, débil, en el que ni la cualificación de los trabajadores ni la inversión en I+D+i ha sido nunca una prioridad. Esta estrategia ha sido compartida por todos los partidos tradicionales. Todos. Aún hoy, cuando los jóvenes han tomado las calles diciendo que tienen derecho a una vivienda digna, se pueden ver en los debates electorales competiciones para ver quién es el que ha construido más. Y basta repasar la geografía municipal para comprobar que la estrategia del ladrillo no es sólo cosa del bipartidismo. ¿Y ahora qué hacemos? Hemos desperdiciado 30 años para haber creado un tejido productivo basado en otros criterios: sectores con futuro, innovadores, intensivos en mano de obra cualificada y con condiciones laborales dignas. Pero la apuesta de los partidos tradicionales fue otra y ahora toca lamentarse del número de parados y concentrar las propuestas en el por qué no hay vocaciones empresariales, en la flexibilización del mercado laboral o en los incentivos económicos al empresariado.