Sabado, 23 de Noviembre 2024
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Canarias Partido Popular Titulo: Alivio Europeo a Corto Plazo. Texto: Hace 48 horas ha concluido en Bruselas la penúltima cumbre europea de salvación del euro...y de la propia Unión. Como siempre, con resultados inferiores a los previstos. Pero, en este caso, con un gran avance. Aunque no a 27, se logra un acuerdo seguro a 23, que probablemente será a 26, para profundizar en una gobernanza económica común. No es poco. Ahora bien, en los términos acordados, no deja de ser un alivio a corto plazo. Para que sea permanente ha de profundizarse más en una única política económica común. Ya la evidencia ha demostrado, con creces, que la viabilidad del euro es limitada si todo se basa exclusivamente en la coordinación de la política monetaria. Por ello, el compromiso de confluir en una política fiscal común y en una política presupuestaria supeditada a obligaciones ineludibles, son noticias esperanzadoras. Lo deseable habría sido concretar más. En las actuales circunstancias- con un desmarque de Londres que ha dejado mal sabor de boca en ambos lados del canal de la Mancha- tiene sus aspectos positivos. El texto definitivo se concretará en las próximas semanas, pero el resultado de esta cumbre ya indica la dirección hacia donde se pretende avanzar. En primer lugar destaca el acuerdo para una mayor disciplina fiscal con la incorporación de una regla de oro en las constituciones nacionales que fija el déficit estructural en el 0,5% del PIB. Además, más control presupuestario con el desarrollo de unos mecanismos sancionadores automáticos para los países que sobrepasen el límite del 3% del déficit y del 60% de endeudamiento público fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Adicionalmente, se da a la Comisión Europea la autoridad para examinar los planes presupuestarios y adoptar dictámenes sobre ellos. Si considera que éstos incumplen las reglas básicas del PEC, podrá solicitar la intervención en dichas cuentas. Son aspectos importantes porque permitirán a Bruselas conocer con antelación los planes de los ejecutivos e instarles a poner remedio si no son adecuados. Y a los países con mayor propensión al incumplimiento, les obligará más. La segunda parte del acuerdo se refiere al reforzamiento de los fondos de rescate. Estos fondos son soluciones coyunturales para atajar el problema de la deuda soberana mientras se corrigen los excesos actuales. Por eso es clave que tengan recursos y capacidad para hacer frente a posibles crisis. El nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que entrará en vigor en julio de 2012, contará con 500.000 millones de euros, cuantía en todo caso insuficiente. Pero si se suman los 200.000 millones adicionales que los estados, previsiblemente, aportarán al FMI para que éste los reinvierta en Europa -y si la mejora de clima consigue atraer a otros inversores- podríamos acercarnos al billón de euros del que se habló en la Cumbre de octubre. ¿De dónde saldrá el dinero? Al menos en teoría, de emisiones de bonos, del BCE y del FMI. En cuanto a la posibilidad de emisión de eurobonos, la posición de Alemania, como era de esperar, predominó: no son la solución para la crisis actual, aunque no se opone a utilizarlos cuando la situación esté más estabilizada. En cuanto al BCE, había muchas expectativas para que de la Cumbre saliera con más capacidad para intervenir en el mercado de deuda periférica. No ha sido así, lo que ha causado decepción. Es verdad que el BCE animó la reunión con una bajada de tipos de interés que puede tener continuación dado el sombrío panorama de la vuelta a la recesión en Europa. Sin embargo, al propio tiempo, el nuevo presidente, el italiano Draghi, tampoco ayudó mucho al cuestionar no solo más compras de deuda sino también los préstamos al FMI para que este sea el que asuma un papel más activo. Rechazó lo primero y se mostró muy confuso sobre lo segundo. Lo cual contrasta con las voces gubernamentales de diferentes países de la UE que han afirmado el BCE será más activo en el futuro para solucionar la Crisis. Lo cierto es que si hay préstamo, serán los países europeos los que canalicen recursos al FMI para que este pueda tomar una posición más activa en los mercados de deuda europeos. Lo más razonable sería a través no tanto de compras de deuda como de líneas de crédito que, en ningún caso serán gratuitas..... El aislamiento británico, al descolgarse una vez más de un acuerdo comunitario, no es una buena noticia aunque sí es congruente con su tradición. Londres ha preferido contentar a su sector financiero que, con el acuerdo, tendría que poner dos terceras partes de los casi sesenta mil millones de euros que se calcula recaudaría en la UE el impuesto de transacciones financieras.