Sabado, 23 de Noviembre 2024
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Andalucía UPEyDE Titulo: UPyD califica de Barra Libre a la política urbanística que propone el PP. Texto: Martín de la Herrán, candidato de UPyD a la presidencia de la Junta de Andalucía, considera un gran error que el PP pretenda aplicar la misma receta del 96 para sacarnos de la crisis: liberalizar suelo y hacer crecer artificialmente un modelo económico, el del agotado ladrillo, renunciando a los cambios estructurales que necesita nuestra comunidad, lo que ha manifestado, al estar enormemente preocupado tras lo expresado por la portavoz de vivienda del PP en el parlamento Andaluz, Alicia Martínez, en relación con el carácter garantista y protector del territorio y el suelo no urbanizable de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA). De la Herrán, sin embargo, coincide con Martínez en que la inseguridad jurídica que genera la dispersión del marco normativo actual, que no es de recibo y debe ser atajada de inmediato, queremos recuperar un marco de estabilidad propicio para el crecimiento económico, pero de ahí a trivializar la protección del suelo no urbanizable que garantiza la LOUA va un gran trecho. Las referencias a los deseos de los andaluces de vivir en el campo y ocupar territorio no son de recibo a juicio de De la Herrán en boca de una dirigente política que sabe perfectamente que este es un terreno abonado a la especulación, los pelotazos, la corrupción y los desmanes. Según De la Herrán lo de vivir en el campo le suena al desastre de la Axarquía en la provincia de Málaga, donde se van a regularizar por decreto de la Junta, 11.000 viviendas ilegales de 12.760 censadas. Ya se ha demostrado que ese modelo de gestión del suelo no es válido porque alienta y favorece la especulación y la corrupción, al quedar en manos de muy pocos la posibilidad de aprobar modificaciones que lucran también a pocos. En opinión de UPyD la solución no es la barra libre, sino el aumento de las competencias estatales en urbanismo y, en tanto se mantenga la actual estructura, elaborar una Ley de Armonización Estatal que elimine disparidades entre la legislación de las Comunidades Autónomas; culminar los planes territoriales supramunicipales estableciendo límites al desarrollo de los diferentes planeamientos municipales; así como la caducidad de planeamientos antiguos e inadaptados a la legalidad vigente en un plazo de tiempo dado, remitiendo a los municipios que incumplan dicho plazo a una norma genérica y restrictiva de rango nacional. Valorar la necesidad real de viviendas con un planeamiento serio que exija la ejecución de las infraestructuras necesarias que, con el modelo vigente, se han quedado como proyectos, comentó De la Herrán. Por otra parte, Martín De la Herrán no considera relevante que la FAMP no haya estado presente en el debate, pues el municipalismo debe gestionar, pero no legislar. Las competencias en materia de urbanismo deben residir en ámbitos que estén libres de las presiones de parte, vecinales o financieras. El desapego y la racionalidad deben imperar en las decisiones estratégicas, y eso es algo que sólo el Estado puede garantizar. Poner las líneas maestras del urbanismo en manos de los ayuntamientos es como ofrecer a un grupo de escolares la gestión de un kiosco de golosinas. Es lamentable, pero así lo han demostrado los alcaldes y concejales de urbanismo de los partidos viejos a lo largo de décadas.