Sabado, 23 de Noviembre 2024
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Pais Vasco UPEyDE Titulo: Toda una colección de mentiras. Texto: Leo asombrado el artículo de opinión de José Antonio Pastor (PSE) publicado el pasado día 3 de enero en El País, bajo el engañoso título Dignificar la política: digo engañoso porque se trata en realidad de una pavorosa colección de mentiras y cuentos parlamentarios inventados o soñados. Si dignificar la política era esto, más vale que los que creemos realmente en la acción política y el compromiso público salgamos corriendo del negocio... y dejemos a los profesionales de la manipulación y la mentira al frente de las decisiones que afectan al conjunto de los ciudadanos. Aunque sería sin duda un drama social, al menos no nos ensuciaríamos las manos ni nos veríamos relacionados con todo aquello que nos repugna. Necesitaría al menos media página como la concedida al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista para desmontar cada una de sus frases. Como no tengo ese privilegio, iré al grano del asunto: que durante estos tres años de asustadiza legislatura socialista se hayan asentado las bases de ese país solidario, sostenible y competitivo no deja de ser un insulto a la inteligencia y una afirmación cínica, pues tal cosa se afirma en medio de un proceso de recortes socialistas y populares, todos sociales, con una tasa creciente de paro al fondo y una cada vez mayor diferencia entre los que más tienen y los que no tienen nada. Dirá que todo es opinable, y yo le respondo que a los hechos me remito. Dése una vuelta usted por las calles de Euskadi... o mire las cifras del desempleo. El señor Pastor, que algo ha debido oirnos acerca de la expresión upeydiana regeneración democrática, une tal concepto a la reflexión parlamentaria sobre nuestro entramado institucional. Más allá de confirmar que confunde los términos, habría que recordar además que dicha comisión parlamentaria se habilitó precisamente para no modificar nuestro entramado institucional, para no tocar la sacrosanta Ley de Territorios Históricos y para no incomodar a los foralistas recalcitrantes (PNV y PP, las derechas vasca y española, ya saben): se aprobó esa comisión para no aprobar lo que UPyD propuso: la inclusión de la Ley de Territorios Históricos en el calendario legislativo del Gobierno Vasco. Los socialistas se opusieron, porque no se trata de empezar la casa por el tejado. Y se habilitó esa comisión para posponer el debate necesario, para no hacer nada y para dejar este asunto en el baúl de los recuerdos, como han hecho con todos los temas realmente importantes (por eso este gobierno es un fraude). Ahora, vía propaganda, quieren hacer crecer a la ciudadanía que ellos impulsan aquello que bloquearon, que defienden lo que rechazaron con sus votos y que harán todo aquello que sus actos niegan. Por todo esto les contesto indignado. Señor Pastor: hay que tener mucho rostro para escribir que el Grupo Socialista ha tomado el testigo de eliminar espacios oscuros y privilegios de políticos. En primer lugar, porque espacios oscuros sigue habiendo los mismos que hace tres años: el sector público vasco, esa maraña de entes y fundaciones al servicio de los grandes partidos, sigue siendo el gran desconocido de la sociedad vasca. Y responsable es el Gobierno opaco de López: no sólo no da toda la información que pedimos sobre la materia sino que no dice toda la verdad en sede parlamentaria. Y segundo, porque la iniciativa que usted cita de suprimir los complementos de pensiones para exconsejeros y exviceconsejeros no fue socialista, como pretende hacernos creer, sino de Aralar y UPyD. Y los socialistas no sólo no la impulsaron sino que nunca creyeron a ella: lo último que sabemos es que, de la mano del PNV, han pactado mantener esos privilegios a los ex que tengan 60 ó más años (y más lejos que gustosamente habrían ido, para premiar y proteger más y mejor a más de los suyos). Habla el señor Pastor en este memorable artículo (ya digo, toda esa colección de falsedades que no logro quitarme de la cabeza) de la necesidad de que los parlamentarios vascos hagamos pública nuestra declaración de bienes. Empezaré por recordarle que fue un servidor el primero que la hizo. Pero, mucho más importante que recordar quién fue el primero, es desenmascarar al que públicamente miente: el portavoz socialista dice que ellos propusieron que se regulara legalmente la obligación de hacer pública la declaración de bienes por parte de los parlamentarios y que el resto de grupos de esta Cámara no respaldaron nuestra propuesta. Esto es una patraña. No sólo no se opuso nadie sino que nadie pudo oponerse porque no hubo propuesta. Hubo, eso sí, una rueda de prensa socialista para anunciar, a bombo y platillo, que ellos los parlamentarios socialistas harían esa declaración de bienes (por cierto, ¿ya la han hecho todos?; y, otra cosa, ¿es éste un tema fundamental hoy para Euskadi?). En fin. El artículo del portavoz socialista, Dignificar la política, publicado el día 3 de enero en El País, viene a evidenciar la vacuidad de este gobierno: como no tiene ningún bagaje que ofrecer a la sociedad vasca, se inventa historias, iniciativas y supuestos logros alcanzados. Como hacen las personas inseguras y sin personalidad. Es triste, porque Euskadi necesita un Gobierno convencido y convincente, un Gobierno que lidere esta sociedad en un momento de crisis económica y paro creciente; un Gobierno que no mire obsesivamente atrás sino adelante y que actúe sin complejos ni miedos; un Gobierno que no reparta culpas sino que asuma su responsabilidad; un Gobierno que, en lugar de recortes sociales, ofrezca reformas para modernizar Euskadi y servir mejor y de manera más igualitaria a cada uno de los ciudadanos; un Gobierno en el que confiar y que diga la verdad; un Gobierno que los vascos, desgraciadamente, no tenemos.