Domingo, 24 de Noviembre 2024
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Internacional AMNISTIA INTERNACIONAL Titulo: Federación Rusa: Activistas gays detenidos a pesar de ser víctimas de violencia. Texto: La policía de Moscú no protegió de las agresiones físicas a las personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexo) que se manifestaron el sábado, lo cual refuerza la impresión de que el Estado aprueba la violencia y la discriminación, ha dicho Amnistía Internacional. Amnistía Internacional observó cómo la policía detenía al menos a 30 manifestantes LGBTI en tres lugares del centro de Moscú: delante del Parlamento y de la alcaldía y en el Parque Gorki. Los activistas trataban de formar grupos para protestar contra las leyes homófobas –como la ley federal que prohíbe lo que denomina propaganda de la homosexualidad– y atraer la atención sobre la persistente discriminación y violencia contra las personas LGBTI en el país. En vez de detener a manifestantes LGBTI pacíficos, las autoridades rusas deben protegerlos de ataques extremistas fruto de las actitudes discriminatorias de algunas personas, ha dicho David Diaz-Jogeix, director adjunto del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional. No proteger a los activistas de los ataques de contramanifestantes ni procesar a los responsables de la violencia contra las personas LGBTI supone un incumplimiento de las obligaciones internacionales de Rusia en materia de derechos humanos. Es preciso investigar sin demora estos ataques contra manifestantes pacíficos, así como la base legal de la policía para detenerlos, ha dicho Diaz-Jogeix. Si las autoridades no toman medidas para proteger a las personas LGBTI y los autores de agresiones contra ellas siguen gozando de impunidad, algunos podrían interpretarlo como que el Estado autoriza la violencia y la discriminación. Los tres actos se vieron enturbiados por la violencia física y las palizas a los manifestantes LGBTI. Después de que uno de ellos fuera agredido por un grupo de contramanifestantes, golpeado y rociado con gas pimienta, causándole lesiones que requirieron atención médica, la policía intervino para llevárselo detenido. De nuevo la policía no impidió la violencia ni protegió a los manifestantes LGBTI pacíficos, y al parecer el número de activistas LGBTI detenidos fue mayor que el de agresores. Este tipo de incidentes de violencia contra activistas LGBTI son ahora frecuentes, al igual que el incumplimiento por parte de la policía de su obligación de investigar tales ataques y exigir cuentas a sus autores. Ni siquiera se toman medidas en casos en que se identifica y detiene a los perpetradores, a pesar de las declaraciones de testigos y de que en ocasiones hay fotos y vídeos que prueban las agresiones. Los activistas LGBTI habían notificado oficialmente a las autoridades su intención de organizar marchas del Orgullo LGBTI el 25 de mayo en Moscú, en la ciudad de Jimki, situada en la región de Moscú, y en Kostromá. Sin embargo, en los tres casos las autoridades locales se negaron a autorizar las reuniones pacíficas de personas LGBTI por razones que vulneran las obligaciones internacionales de Rusia. Los activistas LGBTI trataron de impugnar la denegación del permiso ante los tribunales pertinentes, pero éstos confirmaron las prohibiciones, a pesar de existir una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre las marchas del Orgullo en Rusia en la que consideraba su prohibición discriminatoria, así como una violación del derecho a la reunión pacífica y la libertad de expresión. La violencia del sábado se inscribe en un marco de violencia persistente contra las personas LGBTI, con los recientes asesinatos de Volgogrado y las agresiones de Irkutsk, según los informes por causas homófobas. Las iniciativas legales y administrativas de las autoridades locales y federales en realidad dan pábulo a las actitudes discriminatorias y la violencia contra las personas LGBTI, en lugar de proteger los derechos humanos fundamentales de todas las personas.